El liderazgo es una cualidad esencial para tener éxito en cualquier función. La capacidad no sólo de inspirar y motivar a un equipo, sino también de guiarlo eficazmente en sus proyectos y tareas, puede ayudar a cualquier organización a alcanzar sus metas y objetivos. Sin embargo, muchas personas luchan con el concepto y la práctica del liderazgo. Afortunadamente, hay muchos líderes inspiradores a lo largo de la historia que ejemplifican las cualidades y características necesarias para un liderazgo de éxito. Aprendiendo de estos grandes líderes, podrás mejorar tu propio liderazgo y crear un equipo exitoso, productivo y realizado.
Lo primero que hay que tener en cuenta al buscar modelos de grandes líderes es identificar las cualidades esenciales. Los líderes tienen una capacidad única para predicar con el ejemplo y modelar lo que significa ser un líder. Esto incluye atributos como ser honesto, digno de confianza, inspirador y fiable. Cuando busques ejemplos inspiradores, es importante que tengas en cuenta las cualidades que ha demostrado cada líder para emular el mismo comportamiento, o uno similar, en ti mismo.
Steve Jobs es un gran ejemplo de líder que encarnó estas cualidades. Jobs era capaz de reunir a la gente e inspirarla en torno a un objetivo común, algo que se conoce como «Innovación en el Liderazgo». Escuchaba activamente las opiniones de todos y las comentaba, era honesto y transparente, fomentaba el pensamiento creativo y nunca dejaba de esforzarse por introducir mejoras. También animaba a sus empleados a ser valientes, una cualidad que consideraba esencial para el éxito. Su éxito como líder se evidencia en el éxito de los productos y servicios que producía su empresa.
Otro gran líder es Arne Sorenson, director general de Marriott, la mayor cadena hotelera del mundo, que destaca como ejemplo de cómo liderar con confianza e inclusión. El éxito de Marriott se debe en gran parte a que Sorenson se centró en proporcionar a los empleados igualdad de condiciones y permitirles contribuir a la toma de decisiones. Al hacerlo, Sorenson creó un sentimiento de pertenencia al equipo y de orgullo entre los empleados. También encontró un equilibrio entre competencia y tutoría, para que los empleados pudieran seguir alcanzando sus objetivos juntos.
Un antiguo ejemplo de liderazgo es Alejandro Magno. Su impresionante legado sirve como recordatorio de lo que se puede conseguir cuando se tiene el valor, la ambición y la pasión de marcar la diferencia en el mundo. Al crear su propio imperio, también demostró la importancia de tener una visión clara y mantenerse fiel a ella. El ejemplo de Alejandro sirve para recordar a los líderes actuales que la determinación y la confianza pueden conducir a grandes cosas.
Además de examinar a los líderes de gran éxito, también puede ser útil observar a los líderes no tan exitosos. Al comprender y reconocer sus errores, puedes aprender lo que no debes hacer y cómo puedes evitar cometer los mismos errores.
Un buen ejemplo de ello sería el ex presidente estadounidense Richard Nixon, a quien muchos consideraban un tirano y un autócrata. Tras su dimisión, muchos historiadores calificaron su enfoque del liderazgo de destructivo, excesivamente poderoso e intransigente. Esto sirve como recordatorio de la importancia de comprender el poder de tu posición y ser capaz de moderarse con amabilidad, comprensión y aceptación.
Al fin y al cabo, el liderazgo de éxito viene de dentro. Observar a los mayores líderes de la historia sirve para recordar que, con una combinación de entusiasmo, propósito claro y corazón sincero, puedes convertirte en un gran líder en cualquier entorno. Aprendiendo de Steve Jobs, Arne Sorenson, Alejandro Magno e incluso Richard Nixon, puedes comprender mejor el liderazgo exitoso y el fracasado y aprender las habilidades necesarias para convertirte en un líder por derecho propio.
Reflexionando sobre las aportaciones de tus colegas, siendo honesto y transparente, esforzándote por la equidad y la inclusión, y teniendo el valor y la convicción de mantenerte fiel a tu visión, puedes crear un entorno en el que todos puedan inspirarse para alcanzar su máximo potencial. Aunque los ejemplos anteriores pueden servir de guía útil, la determinación de un liderazgo de éxito depende en última instancia del individuo. Para ser un gran líder, debes tener una fuerte motivación interior y confianza en ti mismo para asumir la tarea.